Autora: María Lozano
David Blanchard (1) define a la cadena de suministro como: La secuencia de eventos que cubren el ciclo de vida entero de un producto o servicio desde que es concebido hasta que es consumido. En su forma más sencilla, podríamos decir que todo empieza con una correcta gestión de compras y termina con la obtención de la satisfacción del cliente con el servicio prestado o el bien adquirido. Pero, durante el proceso, encontramos hitos tan variados como selección de proveedores, negociación de acuerdos, suministro de materiales, planificación estratégica de la producción, gestión de logística y distribución, etc. Así como actores muy diversos participando: Proveedores, proveedores de proveedores, fabricantes, distribuidores, Áreas de Compras, Riesgos, Logística, etc.
En definitiva, las áreas de Supply Chain o Compras, que se encargan de asegurar un correcto funcionamiento de esta cadena de suministro, son una función estratégica e indispensable de la empresa. En Aquanima Grupo Santander, como empresa líder global de soluciones estratégicas de procurement y gestión de riesgos de terceros, sabemos que en los últimos momentos se encuentra antes grandes retos y oportunidades. Por ello, estamos evolucionando su tradicional rol relacionado fundamentalmente con la reducción de costes, a un rol muy enfocado en la aportación estratégica de valor y control de riesgos que impacta directamente en la viabilidad de los negocios.
¿Cuál es la situación actual de las Cadenas de Suministro globales?
Los acontecimientos de los últimos años nos han demostrado que los sucesos son cada vez más sistémicos y ya no generan impactos aislados, sino cadenas de sucesos. La globalización hace que el “efecto mariposa” se acentúe. Algo pequeño puede tener consecuencias muy grandes, y un ejemplo de ello es la crisis en la cadena de suministro global que hemos vivido recientemente. De acuerdo con el Banco Mundial, las cadenas de suministros globales representan el 50% del comercio mundial de mercancías, reflejando así la importancia que juegan las disrupciones en la economía internacional. (2)
Hace décadas, no hubiéramos pensado que el bloqueo del canal de Suez por un buque panameño iba a afectar, en tan pocos días, a las cadenas de suministro de la mitad del mundo. Tampoco hubiéramos considerado que un virus, llamado Covid-19 iba a cerrar nuestras fronteras al comercio, que una temporada de sequía en Taiwán iba a impedirnos disfrutar de la Play Station 5 en Madrid, o que el mercado de cereal se vería gravemente afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania encareciendo de forma importante la cesta de la compra.
Sin embargo, los recientes movimientos del “Global Supply Chain Pressure Index” (GSCPI), creado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, muestran que las condiciones de las cadenas de suministro globales en muchos mercados están volviendo a la normalidad. Este índice, que tiene por objetivo la medición de posibles disrupciones en la cadena de suministro, alcanzó en junio un -1,2 frente al valor registrado de -1,56 el mes anterior. (3)
Hoy parece que, poco a poco, todo va volviendo a la calma en las cadenas de suministro. Sin embargo, desde Aquanima, consideramos clave recapitular los principales motivos que motivaron esta crisis para entender algunas de las medidas y tendencias actuales en este ámbito. Y, sobre todo, para elaborar planes de acción enfocados a minimizar consecuencias si se repitieran situaciones similares.
Volviendo la vista atrás: crisis mundial de suministros
Los expertos hablan, desde el inicio de la pandemia en 2019, de un colapso sistémico en el comercio mundial, llegando a incrementarse en un 25% el tiempo medio de transporte marítimo de acuerdo con el FMI. (4)
Las redes de producción hasta la fecha habían sido perfectamente diseñadas para optimizar la eficiencia y reducir los costes de almacenamiento con el modelo “just in time”. La globalización transformó estas redes de producción en un entramado interconectado muy complejo, aunque exitoso. Pero demostraron su exposición y vulnerabilidad a los acontecimientos tan inesperados de esta década.
Desajustes entre oferta y demanda, cortes de suministros, el aumento del precio del gas y la electricidad a cotas históricas, las demandas de transición energética hacia un modelo sostenible impulsadas por la UE, la crisis de los semiconductores, los riesgos derivados de las tensiones geopolíticas en Europa… ¿La nueva crisis está potenciando políticas de proteccionismo y reindustrialización locales?
Relocalización o deslocalización, una tendencia en auge
Hace ya unos años que The Economist utilizó el término de “slowbalisation” para denominar este efecto en la economía mundial: la desaceleración de la globalización. Esto es una realidad y las cadenas de suministro han promovido y acelerado iniciativas que tienden a la relocalización, es decir, al cambio de ubicación de un proceso productivo.
Décadas atrás, muchas industrias decidieron trasladar su producción total o parcial a países con menores costes con el objetivo de mejorar su eficiencia y su competitividad. Estas mismas industrias, hoy en día, están llevando a cabo iniciativas de relocalización, a través de procesos conocidos como reshoring y nearshoring, trasladando la producción de vuelta al país de origen o a un país cercano a su empresa matriz y afectando de manera transversal sus actividades principales.
Así lo pone de manifiesto un reciente estudio realizado por Gartner (2022), indicando que el 74% de los líderes empresariales encuestados llevaron a cabo cambios en el tamaño o localización de la cadena de suministro en los últimos dos años. (5)
Oportunidades y retos de la localización
En concreto, esta nueva tendencia supone retos y oportunidades a los que en Aquanima, como empresa global de soluciones estratégicas de compras, nos enfrentarnos debido a los cambios derivados de la relocalización y sus consecuentes beneficios.
Proveedores: La relocalización puede implicar una oportunidad en el área de proveedores por dos vías:
- La empresa puede acordar con sus proveedores ya existentes que decidan relocalizarse y trasladar sus procesos Así, el área de compras podrá darles apoyo y acompañarlos en esta transformación desarrollando modelos de partnership.
- También puede representar una oportunidad de aprovisionarse con nuevos proveedores locales o regionales, lo que implicaría una reevaluación de los riesgos, los costes, y los niveles mínimos de calidad y servicios exigidos a los proveedores.
Costes: Relocalizar la cadena de suministro depende de muchos factores y debe realizarse un balance entre la posible reducción de los costes en logística y transporte, contra un posible incremento de la mano de obra y las materias primas que puede suponer el cambio de ubicación. Analizar y evaluar estos posibles escenarios y el impacto en los costes de cada uno de ellos, es un ejercicio estratégico que se debe llevar a cabo. Con un impacto directo en el P&L de la compañía, el rol de compras es fundamental.
Innovación: La tendencia hacia la relocalización puede suponer un impulso al cambio, hacia la innovación para incrementar la agilidad y la resiliencia de la cadena de suministro, al desarrollarse nuevas capacidades y tecnologías. En ese sentido, trasladar la producción puede suponer mejoras en los procesos de una empresa al tener que rediseñar los ya existentes.
ESG: Parte de las emisiones de gases de efecto invernadero están asociados a la cadena de suministro, por lo que la relocalización representa una alternativa para reducir el impacto medioambiental y la huella de carbono. Si reducimos los costes logísticos y de transporte, estamos reduciendo la huella de carbono de la empresa. Adicionalmente, se mejoraría el entorno social ya que se potenciaría el desarrollo de proveedores de cercanía.
¿Qué valor pueden aportar en esta transformación de la cadena de suministro las áreas de Procurement?
Sin duda, un gran valor en los procesos de transformación asociados a la relocalización de las cadenas de suministro. El conocimiento de nuestro ecosistema de proveedores, el análisis de costes y su impacto en el P&L y la identificación de oportunidades de innovación asociadas al cambio son dimensiones de impacto en las que Procurement juega un papel fundamental.
Aunque las disrupciones climáticas, políticas y económicas globales son, a menudo, inevitables, sí existen algunas prácticas que aplicamos desde Aquanima para atenuar sus consecuencias:
- Conocimiento de la Categoría de compras: Hacer un constante y correcto seguimiento de los eventos internacionales que pueden afectar a nuestras categorías, permite anticipar y planificar. Conocer en profundidad el mercado de suministro al que nos enfrentamos, proveedores alternativos en distintas geografías, opciones de diversificación, etc., es indispensable dentro de la función estratégica de compras.
- Desarrollar nuestra relación con proveedores estratégicos: Construir verdaderas relaciones de partnership y ocupar posiciones privilegiadas con nuestros proveedores, nos ayuda a conseguir cierta prioridad en caso de escasez. Nuestros proveedores serán una pieza clave para la construcción de planes de contingencia, búsqueda de soluciones alternativas y aporte de conocimiento de la industria y la categoría.
- Planificación y control: Podemos tratar de reflejar en los contratos algunas cláusulas que nos permitan minimizar riesgos: cláusulas respecto a fluctuaciones en la inflación o el tipo de cambio o cláusulas de suministro mínimo o reserva.
- Fomentar un modelo con capacidad global: Cuanto más volumen aglutinemos como negocio, dispondremos de más poder negociador en momentos de gran competencia en el mercado y ocuparemos posiciones más ventajosas.
- Reinventarse. Los mercados deberán encontrar nuevas formas de hacer las cosas. Así como el comercio internacional deberá reformularse para adaptarse a una década de disrupciones, las empresas deberemos acompañar a nuestros proveedores en la innovación y en encontrar nuevas fórmulas de relación y actuación.
En definitiva, las áreas de compras aportan un gran valor en los procesos de transformación asociados a la relocalización de las cadenas de suministro, formando parte de las áreas críticas y estratégicas que tiene una compañía y siendo clave para la continuidad y viabilidad del negocio. Así lo hacemos en Aquanima Grupo Santander para nuestros +100 clientes alrededor del mundo a quienes aportamos un valor estratégico diferencial.
Autora: María Lozano es Head of Global Strategy & Category Management Aquanima Grupo Santander. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas y Master en Dirección de Marketing. Amplia experiencia en Dirección de Compras Indirectas en la industria financiera y FMCG. Enfocada en el valor estratégico del Procurement, Strategic Sourcing, Modelos avanzados de Procurement. Formadora en Estrategia de Compras, Category Management y Supplier Relationship Management
REFERENCIAS
- David Blanchard (2010), Supply Chain Management Best Practices, 2nd. Edition, John Wiley & Sons, ISBN 9780470531884
- The future of global value chains and the role of the WTO – WTO 2022
- https://www.newyorkfed.org/research/policy/gscpi#/interactive https://www.newyorkfed.org/research/policy/gscpi#/overview
- Working Paper IMF: Supply Chains and Port Congestion Around the World (Marzo, 2022)
- https://www.gartner.com/en/newsroom/press-releases/2022-08-02-gartner-survey- reveals-51-percent-of-supply-chain-leaders-increased-the-number-of-network- locations-in-the-past-two-years