En el Instituto Español de Analistas acabamos de publicar un informe sobre el euro digital. El informe se titula “Digital Euro: a technical explanation and some policy reflections to enhance digital payments in the European Union” y su finalidad es ayudarnos a entender mejor la situación, los retos y las oportunidades de este proyecto.
En el Instituto nos dedicamos en analizar cuestiones, como el euro digital, que representan retos y oportunidades para la economía española y europea. Lo hacemos con un enfoque constructivo, buscando soluciones y recomendaciones prácticas. Elaboramos y publicamos informes y estudios y convocamos a especialistas para difundir conocimiento, avivar el debate público y propiciar el intercambio de ideas. Creemos que esta es una forma efectiva de contribuir a dinamizar la economía y favorecer el desarrollo de nuestra sociedad.
Vivimos un momento de grandes transformaciones que afectan de manera directa e indirecta a las relaciones comerciales internacionales, las cadenas de suministro, los flujos tecnológicos y la intensidad y finalidad de la inversión pública. En este contexto, el sistema de pagos está experimentando un cambio histórico impulsado por el rápido auge de las tecnologías digitales, la evolución de las preferencias de los consumidores y la creciente preocupación por la soberanía, la seguridad de los datos y la estabilidad financiera.
La iniciativa del euro digital del Banco Central Europeo se perfila como una de las innovaciones monetarias más significativas de la historia reciente de la Unión Europea. No solo responde a una oportunidad tecnológica, sino también a una necesidad estratégica.
El informe ofrece un análisis en profundidad del euro digital. Explora los motivos que justifican su creación en el ámbito del comercio minorista, analiza la arquitectura prevista y evalúa los retos, las ventajas e inconvenientes que plantea.
El análisis publicado por el Instituto describe la situación actual y esboza el plan tecnológico para el euro digital ofreciendo información sobre la arquitectura, las características de privacidad y la funcionalidad necesarias para respaldar una solución de pago digital segura y fácil de usar. También se abordan las principales preocupaciones en materia de estabilidad financiera, como el riesgo de una reducción de depósitos bancarios y sus implicaciones para la concesión de crédito.
Cabe destacar que el documento ofrece recomendaciones políticas mesuradas, como la aplicación de límites a la tenencia de euros digitales y una estrategia de despliegue gradual y «modesta». Además, se reconoce el papel de la innovación privada y se destaca cómo iniciativas paneuropeas existentes, como Bizum, Wero y la Iniciativa Europea de Pagos (EPI), pueden coexistir o complementar al euro digital.
Tenemos que ser conscientes de que la mayoría de las economías avanzadas han explorado el potencial de los CBDCs (dinero digital emitido por los propios bancos centrales), pero siguen siendo marcadamente cautelosas en cuanto a su implantación minorista. En este sentido, cabe mencionar los casos de Australia, Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Japón que, o bien han abandonado la emisión de una moneda digital minorista o participan en programas piloto limitados u orientados exclusivamente al ámbito de pagos mayoristas. La única gran economía que ha avanzado con decisión hacia un CBDC minorista similar al euro digital es China. Sin embargo, este proyecto debe contextualizarse en un entorno político y económico muy distinto como el de China, caracterizado por un fuerte control estatal sobre las infraestructuras financieras y de datos y un marco incompatible con los valores fundacionales de la Unión Europea de privacidad, descentralización, competencia y derechos individuales.
Por ello, en el Instituto Español de Analistas creemos que la moneda digital del BCE es una opción política que requiere un ajuste cuidadoso, una amplia participación de las partes interesadas y una debida preparación por parte de las instituciones financieras. En un momento en que la Unión Europea se enfrenta a crecientes incertidumbres geopolíticas y a la necesidad de renovar su competitividad, el informe presenta argumentos a favor de seguir explorando el euro digital, aunque sin sacrificar la flexibilidad y la prudencia.
El euro digital cuenta con ventajas importantes por su capacidad de innovación a largo plazo e impedir, o al menos intentar resistir, al lanzamiento de monedas estables no denominadas en euros que pudieran desarrollarse y desplazar al euro en los próximos años. Pero sus riesgos también son notables, por lo que un enfoque más neutral que aproveche la innovación del sector privado y se centre en los CBDC mayoristas podría ser más eficaz para lograr los objetivos que se persiguen.
El documento, que está disponible en nuestra página web, no respalda una única opción. Por el contrario, reconoce el valor del diálogo reflexivo, el análisis crítico y la elaboración de políticas basadas en datos empíricos.
Autora: Lola Solana
Presidenta del Instituto Español de Analistas.